9 de diciembre de 2014

¿Para qué me gradué (o licencié, para los más antiguos)?

"Ya he acabado de pegar las direcciones en los sobres, ¿qué hago ahora?" "Sí, ven que te explico" Cogimos el ascensor y fuimos al sótano. Me dice, "Mira estos son los expedientes de cursos anteriores, tienes que destruirlos" Volvimos a subir a la oficina me dejó con una carretilla, "para no cargar peso" y me vi en el ascensor con la carretilla, mirándome al espejo y diciéndome "¿para esto me he graduado y he hecho un máster?" En fin, la verdad es que no podía dejar de sonreír al pensarlo, sonreír por no llorar y quemar el sótano completo, subir de nuevo al despacho y decirle con toda la calma del mundo que no se preocupara que nunca más volvería a saber de esos informes.

En esas llegué al sótano, cargué la carretilla con todos los expediente que pude y volví al ascensor. Me miré de nuevo en el espejo del ascensor, y pensé "no te preocupes que seguro que los más grandes también empezaron cargando carretillas y triturando miles de papeles"

Con esas reflexiones volví a mi puesto de trabajo y me puse a destruir los documentos de manera sistemática y puntillosa. Que lo que hagamos lo hagamos bien, y a eso me puse. 

De todo esto me acuerdo tal día como hoy, hace casi cinco años. ¿Porqué? Pues no lo sé, aquí estoy delante del ordenador, saturado de la investigación de mercado que estoy realizando, y me ha venido a la mente este capítulo de mi vida. 

Creo que todos debemos pasar por todos los puestos si queremos llegar a ser grandes mariscales de campo (¡cómo me gusta esta expresión!), en el lugar en el que nos toque estar. La cuestión es que en las actuales circunstancias uno puede no saber si está avanzando, o retrocediendo, o moviéndose en horizontal. 

Os voy a dar mi opinión. Creo que siempre avanzamos, todo son experiencias y oportunidades de aprender. Habrá días lamentables y que queramos que el mundo se pare para bajarnos y no volver a él nunca más. Habrá otros días en los que nos salgamos de lo bien que nos están saliendo las cosas y que la dinámica sea súper positiva. 

Sea el día que sea recuerda que vence el que resiste, y la carrera es muy muy larga. El trabajo duro puede con todo, así que trabaja y disfruta porque en la lucha te encontrarás a ti mismo y te podrás manifestar ante los demás tal y como eres. 

Para responder al título del post. Te graduas, bueno, estudias, porque hay que pasar por todas las fases y esa es una de ellas. Una pequeña escuela de lo que luego te espera en la vida real, la puta gran escuela. Estudiar ya es servir rezaba la bienvenida a la escuela naval de Marín, así que ya sabes, estés donde estés aprovecha porque ese es tu camino, no esperes más, lo que tienes es lo que te han dado para llegar a ser mariscal de campo (¡cómo me gusta esa expresión!)

26 de noviembre de 2014

¿Vuelvo?

Nueve de Septiembre de 2010, hace más de cuatros años ya que escribí el último post en mi blog. Pasé mucho tiempo sin volver a él hasta que este verano pasado me acordé y volví a releerlo, no sin cierta vergüenza por ver qué decía ese apasionado de 24 años con tanto descaro. Y en los últimos meses he vuelto a él en más de una ocasión para releer y releer los "posts", y pensar que en realidad podría volver a escribir, y ver la diferencia que hay entre ahora y entonces. Además eso me ayudaría a darme cuenta de cuanto he cambiado, sin dejar de ser el mismo, pero con cuatro años más y unos cuantos kilos más encima. 

Para eso podría plantearme empezar un blog nuevo, quizá porque he cambiado tanto que ya no tenga nada que ver con esa persona que escribía antes, quizá porque ahora soy más maduro, quizá porque ya no leo tanto como antes, quizá porque ya no soy tan idealista y albergo algunas dudas de poder hacer todo lo que me proponía hace cuatro años. 

Pero luego lo he pensado y en realidad sigo siendo yo, el mismo, pero matizado, perfeccionado, o modelado, según se quiera ver, por cuatro años más de vida, trabajos, experiencias, paso por alguna enfermedad, amigos que se fueron y otros que han llegado. Personas que han venido a cambiar mi vida... Sigo siendo yo porque aún soy un idealista al que le gustaría participar en el necesario cambio que nos pide la sociedad, que lee menos de lo que querría pero mucho más seleccionado. Que alberga dudas pero también tiene algunas respuestas. Ni tan mal, ¿no? 

Por eso he pensado que voy a intentar retomar el blog, no prometo nada, pero espero aguantar el tirón y contar muchas cosas interesantes. Además, esto son cosas que pasan, empiezas algo, lo dejas, lo vuelves a retomar...

 ¿Me acompañas?