7 de abril de 2010

Reencuentro

Titubeé antes de escribir “un amigo por el cual yo hubiera estado dispuesto a dar la vida”. Pero incluso después de treinta años creo que no se trataba de una exageración y que habría aceptado morir por un amigo… casi alegremente. Al igual que daba por supuesto que era dulce et decorum pro Germania mori, también habría aceptado que morir pro amico era igualmente dulce et decorum. Entre los dieciséis y los dieciocho años, los jóvenes combinan a veces una cándida inocencia, una pureza radiante de cuerpo y mente, con un anhelo exasperado de devoción absoluta y desinteresada. Generalmente, esta etapa sólo abarca un breve lapso, pero por su intensidad y singularidad perdura como una de las experiencias más preciosas de la vida.”

"Reencuentro" de Fred Uhlman. Editorial Tusquets

No hay comentarios:

Publicar un comentario